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jueves, 23 de julio de 2015

¡Petróleo en Azua!

¡Petróleo en Azua!POR: LUIS NAUT
EL AUTOR es economista. Reside en Santo Domingo.

No había cumplido 6 años, cuando en una noche muy calurosa y misteriosa, me despertó mi madre, junto a mis tres hermanos, que compartíamos una misma habitación de una casita de cana.
Mamá estaba asustada y desesperada, ordenándonos que recogiéramos rápidamente todo lo de la vivienda, que por suerte era poco, ya que obligatoriamente teníamos que salir para un lugar seguro, que bien pensado eran Los Cerros de Resoli, debido a que el pozo de petróleo de Maleno, que se estaba perforando, había explotado y lo que expulsaba se parecía a lo arrojado por un volcán en erupción. 
Lo mismo hicieron los vecinos, empaquetaron también dentro del pánico existente, porque nadie quería perecer. Las noticias que llegaban eran tenebrosas y de peligro.
Se decía que ya el personal de perforación habría sufrido serias quemaduras y se mencionaban, dentro de los accidentados, a los técnicos dominicanos Archie Dinzey y Santiago Johnson.
La buena o mala noticia, que el pozo había sido tapado o cerrado por los americanos, con la válvula 101, así como suena, trajo un dilema. 
Dentro del susto, la mayoría consciente lo recibió con júbilo, y hasta las campanas de la iglesia al otro día se repicaron celebrando el hallazgo. Hasta el día de hoy, solamente los campesinos que residen en la zona próxima, se abastecen manualmente del gas que emana del pozo, que utilizan como combustible para alumbrarse con sus lámparas humeadoras.
Muchos años después, el pozo fue rehabilitado en parte, cuando las sanciones impuestas a República Dominicana, por el atentado que Trujillo perpetró al Presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt.
Años también después, el Dr. Pedro Manuel Casals Victoria, siendo administrador de la CDEEE, en el gobierno del Dr. Balaguer, por muchos meses utilizó el gas de este pozo como combustible, para operar las plantas de la empresa.
Juan Sánchez Lamouth, uno de nuestros poetas bohemios, escribió un poema satírico, donde aspiraba a que el petróleo dominicano nunca apareciera. Todavía no entiendo el metamensaje.
La empresa Seaboard, LTD, dueña del contrato de explotación del petróleo azuano en el decenio de los 40, recogió todas sus maquinarias instaladas en Compostela de Azua y se las llevó para Kuwait, y la historia ha sido otra.
Diferente actuaron con los muebles de oficina y utensilios del hogar: lo donaron al personal dominicano. Es la hora que mi hija mayor conserva un tifonier, una greca de cristal, que para la época era una novedad, y una mesita de caoba, que me sirvió de escritorio durante mis estudios de bachillerato. 
Todos estos objetos fueron originalmente de mi madre, como un reconocimiento de sus jefes a su chef dominicana, a quien nunca la llamaron América, su verdadero nombre, si no Matches, en español Machy (fósforo), apodo que ésta usó por el resto de su vida.
El azuano sueña con su petróleo, de tal manera que vive creyendo que en cualquier momento en el patio de su casa explotará un pozo de petróleo.
Marcos Edmundo Spencer, de San Antonio, Texas, gerente general de la empresa, en una discusión con los geólogos del proyecto, en su oficina de la calle Emilio Prud-Homme, casi 19 de Marzo, en la casa de dos niveles de don Antonio Capano, dijo lo siguiente con toda seguridad: “Si aquí, ahora mismo hoyamos, encontramos petróleo”.
En Compostela de Azua hay un tesoro escondido, que no es el de la leyenda de Playa Chiquita, se trata de una riqueza que los americanos, buscando petróleo, no lo encontraron.
Las redes sociales han sido las responsables, y han descubierto que la Juventud Azuana, es nuestro petróleo, que la generación que viene ya en camino es la esperanza, por su manifiesto compromiso social y talento para dirigir. 
Lamentablemente, mi grupo, que jugó su rol, que ceda el paso, en vista de que la mayoría fuimos formados para hacer dinero y con poca idea de la misión que nos corresponde. Crecemos económicamente y empequeñecemos como seres humanos. 
Una casa buena, una posición en el gobierno, acumular dinero, ser erudito, poseer una jeepeta, tener una empresa rentable, no nos hace mejores seres humanos. Anhelo que mis amigos cambien, sin cambiar.
Si eres un auténtico hombre, o una auténtica mujer, La Bombita y sus barrios, Los Cartones, La Cañada del Concón, La Vueltecita del Hoyo y Los Olvidados, también sin suerte, y los de la zona rural, nos esperan ahora.
Por lo menos, saludémosle como al cura o al pastor, por humanitarismo, porque, decirle buenas noches, jamás (sólo si se está en campaña).
Todo en la vida es transitorio, el poder, más. Dentro de lo imperfecto que soy y los errores que he cometido, para mí la verdadera vida es la sencilla. La otra no existe.

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