Suicidios en RD; causas y consecuencias de un mal que no se ataca de raíz

SANTO DOMINGO.- Problemas de salud, económicos, amorosos o desinterés de vivir; muchas son las causas que provocan que personas decidan culminar con sus vidas, pensando que con esto finalizaran con la situación que les afectaba, pero dejan con la acción realizada secuelas imborrables en las personas que sobreviven al acto, muchas interrogantes, un profundo dolor y pocas respuestas.

Datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), revelan que en el mundo se efectúan unos 800 mil suicidios al año, lo que significa que cada 40 segundos alguien decide culminar con su vida.

El organismo afirma que el suicidio produce más muertes que las guerras y los homicidios. En el país en sólo una semana se suicidaron 6 personas, en 2014 se quitaron la vida 557, datos alarmantes que establecen que algo está impulsando que esta decisión se convierta en una alternativa para solucionar una determinada situación.

Para especialistas del Ministerio de Salud, las causas que llevan a una persona a quitase la vida son múltiples, pero destacan que la principal es la depresión, la presión social de tener ingresos determinados, una condición social y sexual establecida, así como la “obligación” de tener un aspecto físico determinado provocan que una persona con una autoestima baja se deprima e intente quitarse la vida.

Datos del Ministerio establecen que los métodos más utilizados por los dominicanos para quitarse la vida son: el ahorcamiento y disparos con armas de fuego, ambos con un 36%; las personas buscan lugares ocultos para perpetuar el acto del suicidio.

Sin embargo, recientemente ha habido un flagelo de suicidios en actos públicos como calles, puentes y bulevares céntricos de las principales ciudades del país, en el pasado mes de agosto ocho personas se quitaron la vida de esta mano.

CONSECUENCIAS DE LOS FAMILIARES DEL SUICIDA

“Sé que no entenderán mi decisión, pero he hecho esto porque ya no me siento útil”; frase como esta se han vuelto comunes en cartas de despedida de personas que pusieron fin a sus vidas, y utilizaron frases como estas para dar el último mensaje a esas personas que les acompañaron.

En 117 de los casos ocurridos se desconoce el motivo que indujo a las personas a cometer el suicidio, para 32 por ciento; 106 lo hicieron por padecer trastornos depresivos, equivalente a 29 por ciento; 52 por problemas pasionales, un 14 por ciento, y 32 por motivos de salud, el 9 por ciento. Otras razones que llevaron a los suicidas a cometer el hecho fueron económicas, un total de 32, significando 8 por ciento; 19 por trastornos mentales, para 5 por ciento, y 11 por conflictos familiares, el 3 por ciento.

Hijos depresivos, aislados, padres tristes y parejas sin ganas de salir adelante, son de las consecuencias plasmadas luego de un hecho suicida.

¿QUÉ HACEN LAS AUTORIDADES DOMINICANAS PARA ERRADICAR LA SITUACIÓN?

Para el Ministerio público en el país debe haber más coordinación entre las instituciones, a fin de reducir el porcentaje de actos suicidas; “no se debe enfocar el problema en la parte legal, que es donde actúa el MP, debe enfocarse el problema de forma sistemática; primero educación para impulsar la prevención, luego la ayuda sicológica, y posteriormente es donde debemos intervenir; asegura Jenny Gutiérrez, abogada de la Procuraduría.

Critican la forma en que los casos son expuestos en los medios de comunicación, asegurando que toda la sociedad debe jugar su rol; los medios están llamados a ofrecer informaciones de cómo prevenir y no tratar los temas con morbo, dando ideas a los suicidas de formas de realizar actos fulminantes.

En casi un año en República Dominicana se suicidaron 369 personas, con un promedio de 46 por mes, siendo el método más utilizado para el hecho; 222 casos para el 60 por ciento de los casos reportados, seguido por la ingesta de productos tóxicos o veneno, 71, para un 19%, por disparos.

Las estadísticas del 2015 muestran una disminución del número de suicidios con relación a igual período del 2014, al ocurrir este año 47 menos que el pasado, cuando sumaron 416, lo cual equivale a 11 por ciento. El 89 por ciento de los suicidios fueron cometidos por hombres, para un total de 329, mientras que el restante 11 por ciento por mujeres, un total de 40.

La forma más utilizada por las personas para quitarse la vida fue la ahorcadura, que suman 222 (60%), seguido de la ingestión de veneno, con 71 (19%), y de disparo, con 57 (16%). Lanzándose de altura se provocaron la muerte 5 (4%) y mediante el uso de armas blancas 4 (1%).

El 96 por ciento de los ciudadanos que se quitaron la vida eran dominicanos, un total de 353, y 16 extranjeros, equivalente a 4 por ciento, cuya nacionalidad no fue identificada en el reporte de la Policía Nacional. Este año, el mes en el que se registraron más suicidios fue agosto, con 62, mientras que en febrero y marzo ocurrió la menor cantidad, con 35 cada uno.

Para solucionar problemas como el de los suicidios, así como los homicidios, la violencia intrafamiliar y la delincuencia se debe actuar en conjunto, jugando cada uno su rol.

¿CÓMO TRATAR CASOS DE PERSONAS SUICIDAS?

El 10 de septiembre se celebró el día mundial de la prevención del suicidio, y en el marco de esa fecha expertos de la Asociación Internacional del Suicidio expusieron las acciones individuales y colectivas para tratar este mal social. Entre estas destacan las siguientes:

El suicidio debe tratarse en los medios de comunicación como un problema de salud Las familias deben estar atentas ante cualquier señal de depresión de sus seres queridos, por diminuta que sean. Asesorarse de profesionales de la conducta Tener pendiente que todos somos diferentes, y debemos sentirnos cómodos con estas diferencias. Recordar que la prevención siempre será mejor que la lamentación. Finalmente, se considera que el suicidio como cualquier problema de salud, debe tratarse de raíz, con la intervención de todos los entes sociales: Ministerios: de Educación y Salud pública para las informaciones preventivas, así como los familiares y amigos para el seguimiento a las víctimas.

POR: JEURY FRÍAS BELÉN