Por: Gilberto Mateo
En esta complicada pero muy atractiva carrera del Periodismo, a veces nos toca hablar de temas que en ocasiones no son del agrado de un grupo que de una u otra forma se siente aludidos y lastimados con lo que escribimos y hablamos atreves de estos medios, pero esa esa la dialéctica de esta democracia que vivimos en el país.
Estoy más que seguro que al ver estas letras, aquellos a los que le sirve justamente el zapato se confundirán en una carcajada, si ustedes mismos, yo sé que a ustedes esto no lo mueve para nada, pero mi deber es poner a circular lo que pienso sobre importantes aspectos de la vida cotidiana de esta patria, injusta y muy apartada de los ideales de Duarte, Bosch, Peña y otros connotados ciudadanos que en el pasado soñaban con una Patria Mejor.
Llegando al grano, mi análisis es el siguiente, da pena y ganas de llorar como se juega con la inteligencia de los demás, la gente que en la actualidad está en el gobierno en su gran mayoría, suele querer jugar con la inteligencia de los demás; esto es de manera muy especial para lo que sucede en San Juan, que es el caso que con mayor profundidad conocemos.
La gente del gobierno han estado abuzando por tres años con personas que son de su mismo Partido, han sacado del anonimato a un grupo de manitas limpias y por asuntos de caritas y amiguismo para que se burlen de aquellos que sí han sudado en esa Organización para que hoy sea lo que es, eso lora ante la presencia del señor, como es posible que estén actuando de esa forma.
Eso está ocurriendo con mucha frecuencia en San Juan y oigan bien a mí no me importa lo que hagan o digan, esa es la verdad y no piensen que todo el tiempo a ustedes lo estará tratando todo el mundo paños tibio y temor, eso no es verdad, se equivocaron y por mucho.
En realidad lo que me da es pena de muchos de esos nuevos que han llegado ahora y se piensan ser los dueños de las Instituciones, son una herencia que sus padres le dejaron y en tan solo tres años y un mes ya eso es propiedad de ustedes.
Oigan bien, bájense de esa nube, Trujillo nunca pensó que lo sacarían del poder porque ya tenía 31 años abuzando y pensó que tenía el control absoluto y para la eternidad, que pena me da de esas acciones que eta cometiendo un importante número de jefes de Instituciones que piensan que estarán siempre en esas posiciones, QUE PENA.
Han sacado del juego a muchas gentes que lo han dado todo por su Partido, ya hoy no lo conocen, no les toman una llamada, ya se han olvidado de estos, que lamentable que actúen de esa manera.
La impotencia ya es inaguantable en los sentimientos de muchas personas de esta que pertenecen a la Organización que administra los destinos de la Nación en la actualidad; de todos modos ya el palo esta dado y no hay marcha atrás, pero estoy más que seguro que la conciencia nos le deja en paz sabiendo que están cometiendo algo injusto y que llora ante la presencia de Dios.
Y así quien no.
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