Otros roles desempeñados son: de contrapeso territorial, para la atracción de otro partido y como garantía de equidad de género.
La candidatura vicepresidencial ha sido la de mayor evolución en la política dominicana desde la década de los 80 a la época, desempeñando un rol distinto en cada momento electoral.
Los compañeros de boletas de los candidatos presidenciales han pasado de ser figuras decorativas a contrapeso territorial, recayendo dicha posición en empresarios de prestigio, extra-partidos y ahora su propósito es de consolidar el voto interno y equidad de género.
Esta candidatura comenzó a tomar fuerza a raíz de la competencia entre Jacobo Majluta y Joaquín Balaguer por los servicios de Carlos Morales Troncoso para las elecciones de 1986. Balaguer ganó la disputa y también las elecciones.
Para los comicios de 1990 el compañero de fórmula era meramente decorativo.
Para la época, el PLD encabezaba la preferencia electoral llevando como candidato presidencial a su fundador y líder, Juan Bosch, y al empresario Juan Francisco Hernández como compañero.
El PRD se dividió y la franquicia postuló a José Francisco Peña Gómez e Hipólito Mejía (la fórmula “Café con Leche”). Mejía había perdido la senaduría por Santiago.
El PRSC repitió la fórmula Balaguer-Morales Troncoso, logrando la reelección.
Extrapartido
Para los comicios del 1994 se produce la preferencia del candidato vicepresidencial por un extrapartido. De esta manera Peña Gómez reunifica al PRD y conforma la más amplia coalición de partidos denominada Acuerdo de Santo Domingo (ASD).
El ASD repetiría la fórmula “Café con Leche”, pero el interés por atraer parte de los votos del PRSC y debilitar a su contrincante Balaguer, convence al reformista Fernando Álvarez Bogaert para candidato vicepresidencial, en lugar del “Guapo de Gurabo”.
Balaguer también introduce cambios y sustituye a Morales Troncoso por Jacinto Peynado, quien se proyectaba como líder emergente en el reformismo.
Bosch, con pocas posibilidades electorales, escoge a Leonel Fernández, quien más tarde se proyecta a la cima del liderazgo político.
Contrapeso territorial
Tras la denuncia de fraude electoral en 1994, se acordó en el Pacto por la Democracia recortar a dos años el período presidencial a Balaguer. Esto conllevó a elecciones en el 1996 donde Leonel Fernández pone fin al caudillismo de Bosch. Por ser un candidato joven y de la capital, se le recomendó llevar a Jaime David Fernández Mirabal como compañero de boleta, a fin de compactar el voto en la región Norte del país, por ser el carismático senador por la provincia Salcedo.
Peña Gómez repite con Álvarez Bogaert.
Jacinto Peynado se estrena como candidato presidencial del PRSC, con un partido disminuido por no contar con el respaldo de su líder. Este sorprendió con la candidatura vicepresidencial de la empresaria Maribel Gassó.
Este método de contrapeso territorial y extrapartido también fue empleado por Danilo Medina, postulado candidato presidencial por el PLD en el 2000. Por ser de San Juan, región Sur, se agenció al reformista Amílcar Romero, agroempresario de San Francisco de Macorís.
Consolidación voto
La fórmula de consolidación de votos comenzó a emplearse en el 2000 con el binomio Hipólito Mejía-Milagros Ortiz Bosch, postulados por el PRD, ganando los comicios.
Le siguió el palé ganador del PLD, Leonel Fernández- Rafael Alburquerque en los comicios del 2004 y 2008.
Unificación interna y equidad
de género
Margarita Cedeño de Fernández comienza a escribir un paradigma de los candidatos vicepresidenciales. En el 2012 su presencia fue determinante como compañera de boleta de Danilo Medina para poder comprometer la tendencia de Leonel Fernández en la campaña y unificar al PLD.
Con mayor fuerza fue necesario que se repita este binomio Danilo-Margarita para la actual contienda, pues había una marcada división de las tendencias del gobernante y Leonel Fernández en el PLD por la imposición de la reelección.
El resultado positivo para el partido oficial es que este fin de semana Leonel ya se integró a la campaña.
De igual manera, Luis Abinader es postulado candidato presidencial por el Partido Revolucionario Moderno, ganando una consulta interna a Hipólito Mejía. Para unificar las tendencias, Abinader escogió a Carolina Mejía, hija del exmandatario, como su acompañante a la consulta del 15 de mayo.
Curiosidades de los vice
En la vida democrática, a raíz de la caída de la dictadura, ningún candidato vicepresidencial ha podido llegar al poder mediante el voto directo.
Jacobo Majluta, vicepresidente de Antonio Guzmán, ocupó la presidencia por 40 días, tras el suicidio de éste en el 1982.
A lo más que ha trascendido un vicepresidente es a candidato presidencial. Como ocurrió con Jacinto Peynado en el 1996.
Jaime David Fernández Mirabal y Milagros Ortiz Bosch afirman que “ya se graduaron de esa materia y no volverán a cursarla”.
El vicepresidente es el segundo cargo político más importante, elegido junto al presidente y cuya función principal es reemplazarlo en caso de ausencia, incapacidad, muerte o renuncia.
Balaguer cedió funciones adicionales a Morales Troncoso como la de embajador en Washington (1989-90). Jacinto Peynado fue designado en el Consejo Nacional de Drogas, en 1994.
Fernández Mirabal fue electo en el primer Gobierno de Leonel Fernández y no tuvo funciones adicionales. Posteriormente dirigió el plan de reforestación Quisqueya Verde.
Ortiz Bosch ocupó el Ministerio de Educación (2000-2004). Majluta fue además director de Corde.
Desde el surgimiento de la República, en el 1844 y hasta el 1860 no hubo un vicepresidente constitucional. Este puesto se designaba de manera interina, siendo el primero Felipe Benecio Alfau Bustamante, en el Gobierno de Pedro Santana.
En muchas ocasiones el cargo fue suprimido, como en la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.
Por: Carlos Pérez
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