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| En septiembre pasado, Rosario recibió a Brewster en la sede de la JCE |
La Junta Central Electoral (JCE) estaría siendo sometida a presiones de la embajada de los Estados Unidos para que solucione “convenientemente” casos en que supuestamente se violan los derechos de ciudadanos de ascendencia haitiana.La información obtenida por elCaribe en fuentes de irrefutable crédito, indica que el embajador norteamericano James Brewster ha estado pidiendo “reuniones” con el presidente de la JCE, Roberto Rosario, para conversar sobre el tema.
En el pasado reciente, el embajador Brewster visitó la JCE y fue recibido por su presidente Rosario, quien le habría dado “todas las informaciones requeridas”. Y según salió en los medios, quedó muy satisfecho en lo relativo al montaje del proceso electoral, pero entonces no se divulgó nada relativo a problemas sobre ciudadanos de origen haitiano que Estados Unidos está defendiendo, para los cuales reclama derechos.
En la JCE existe el temor de que Brewster replique el procedimiento que ha estado aplicando con la Procuraduría General de la República, a la cual concurre con inusitada frecuencia, y se reúne con el procurador a veces durante dos horas, o durante tres horas, sin que se informe a la ciudadanía la materia tratada.
Según la versión llegada a este diario, el embajador Brewster estaría presionando en estos días una reunión, pero aparentemente el presidente de la JCE ha tenido la agenda “muy ocupada” y no ha respondido en el tiempo o con la celeridad que reclama la embajada de Estados Unidos, y se habla de que ha habido “irritación”.
En el pasado, la embajada norteamericana habría presentado reclamaciones en favor de determinados ciudadanos. La JCE habría ofrecido todas las informaciones, pero en el curso de las comunicaciones aparentemente se ha advertido una tendencia, que según el perfil del órgano de elecciones y registro de ciudadanía, podría resultar incómoda. Y se teme que se pretenda una cierta tutela como aparentemente se rumora que ejerce sobre otros despachos del gobierno.
El último dato que habría llegado a la JCE procedente de la embajada de Estados Unidos habla en unos términos que nadie sabe cómo interpretar. Requiere información “con urgencia” para determinar la posición de los Estados Unidos sobre “ciertos temas”.
En la JCE se comenta que la embajada habla en términos que se pueden interpretar como un “imperativo” y que no concuerdan con las normas institucionales, lo mismo que con la misión de las sedes diplomáticas en un Estado que no es el suyo, por más pequeño que sea.
Las presiones estarían siendo ejercidas a través de la Sección Política de la embajada norteamericana.
Brewster y la vida de RD
El embajador Brewster, que en principio encontró rechazo en sectores conservadores de la sociedad dominicana, y respaldo en sectores liberales, comenzó su misión con mucho tacto. Progresivamente ha asumido un papel proactivo, tanto, que ha llamado la atención.
Desde que presentó sus cartas credenciales al Presidente de la República, ha agotado un intenso programa de visitas a los diferentes estamentos del Estado dominicano y se ha movido por todo el país.
Desde los ministros de la Presidencia, Gustavo Montalvo; de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás; de Industria y Comercio, José del Castillo; el canciller Andrés Navarro, el embajador Brewster no ha cesado sus contactos.
Pero donde casi tiene asiento reservado es en la Procuraduría General de la República, desde donde logró renovar un tratado de extradición conveniente a su país. Ha visitado al procurador Domínguez Brito no menos de tres veces en lo que va de año, en la primera semana de enero; en abril y en noviembre.
Algún periódico llegó a titular: “¡Pero otra vez!”
La visita del 7 de abril fue comunicada a los medios de comunicación por la embajada de Estados Unidos, no por la Procuraduría, lo que no dejó de llamar la atención, y así fue consignado en Diario Libre.
En cada caso se hacía énfasis en que la visita del embajador Brewster se enfoca en el interés de Estados Unidos por el combate de la corrupción, el lavado de activos y el narcotráfico.
La oposición ha guardado silencio sobre dichas visitas. Quizás porque en esta etapa las mismas coincidieron con la campaña de persecución judicial contra el embajador Félix Bautista, lo que podría interpretarse como conveniente a la causa opositora.
La JCE podría ser foco de atención de la embajada norteamericana por el proceso electoral, pero los informes indican que el interés está centrado en materia de derechos de inmigrantes haitianos o de ascendencia haitiana. l elCaribe
En el pasado reciente, el embajador Brewster visitó la JCE y fue recibido por su presidente Rosario, quien le habría dado “todas las informaciones requeridas”. Y según salió en los medios, quedó muy satisfecho en lo relativo al montaje del proceso electoral, pero entonces no se divulgó nada relativo a problemas sobre ciudadanos de origen haitiano que Estados Unidos está defendiendo, para los cuales reclama derechos.
En la JCE existe el temor de que Brewster replique el procedimiento que ha estado aplicando con la Procuraduría General de la República, a la cual concurre con inusitada frecuencia, y se reúne con el procurador a veces durante dos horas, o durante tres horas, sin que se informe a la ciudadanía la materia tratada.
Según la versión llegada a este diario, el embajador Brewster estaría presionando en estos días una reunión, pero aparentemente el presidente de la JCE ha tenido la agenda “muy ocupada” y no ha respondido en el tiempo o con la celeridad que reclama la embajada de Estados Unidos, y se habla de que ha habido “irritación”.
En el pasado, la embajada norteamericana habría presentado reclamaciones en favor de determinados ciudadanos. La JCE habría ofrecido todas las informaciones, pero en el curso de las comunicaciones aparentemente se ha advertido una tendencia, que según el perfil del órgano de elecciones y registro de ciudadanía, podría resultar incómoda. Y se teme que se pretenda una cierta tutela como aparentemente se rumora que ejerce sobre otros despachos del gobierno.
El último dato que habría llegado a la JCE procedente de la embajada de Estados Unidos habla en unos términos que nadie sabe cómo interpretar. Requiere información “con urgencia” para determinar la posición de los Estados Unidos sobre “ciertos temas”.
En la JCE se comenta que la embajada habla en términos que se pueden interpretar como un “imperativo” y que no concuerdan con las normas institucionales, lo mismo que con la misión de las sedes diplomáticas en un Estado que no es el suyo, por más pequeño que sea.
Las presiones estarían siendo ejercidas a través de la Sección Política de la embajada norteamericana.
Brewster y la vida de RD
El embajador Brewster, que en principio encontró rechazo en sectores conservadores de la sociedad dominicana, y respaldo en sectores liberales, comenzó su misión con mucho tacto. Progresivamente ha asumido un papel proactivo, tanto, que ha llamado la atención.
Desde que presentó sus cartas credenciales al Presidente de la República, ha agotado un intenso programa de visitas a los diferentes estamentos del Estado dominicano y se ha movido por todo el país.
Desde los ministros de la Presidencia, Gustavo Montalvo; de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás; de Industria y Comercio, José del Castillo; el canciller Andrés Navarro, el embajador Brewster no ha cesado sus contactos.
Pero donde casi tiene asiento reservado es en la Procuraduría General de la República, desde donde logró renovar un tratado de extradición conveniente a su país. Ha visitado al procurador Domínguez Brito no menos de tres veces en lo que va de año, en la primera semana de enero; en abril y en noviembre.
Algún periódico llegó a titular: “¡Pero otra vez!”
La visita del 7 de abril fue comunicada a los medios de comunicación por la embajada de Estados Unidos, no por la Procuraduría, lo que no dejó de llamar la atención, y así fue consignado en Diario Libre.
En cada caso se hacía énfasis en que la visita del embajador Brewster se enfoca en el interés de Estados Unidos por el combate de la corrupción, el lavado de activos y el narcotráfico.
La oposición ha guardado silencio sobre dichas visitas. Quizás porque en esta etapa las mismas coincidieron con la campaña de persecución judicial contra el embajador Félix Bautista, lo que podría interpretarse como conveniente a la causa opositora.
La JCE podría ser foco de atención de la embajada norteamericana por el proceso electoral, pero los informes indican que el interés está centrado en materia de derechos de inmigrantes haitianos o de ascendencia haitiana. l elCaribe
También el esposo del embajador
En general, el embajador Brewster ha sido muy dinámico en asuntos que usualmente pueden considerarse del interés propio de los dominicanos.
Pero su esposo Bob J. Satawake no se ha quedado atrás. A propósito de la marcha de la Iglesia católica por la familia protagonizó una polémica con el diputado Vinicio Castillo Semán, quien defendió en Twitter esa actividad como expresión del predominio de valores como la vida, la familia y el matrimonio heterosexual en República Dominicana.
Castillo Semán tuitteó: “El pueblo cristiano se unió en una gigantesca marcha y envió un mensaje fuerte y claro a quienes quieren imponer el aborto y el matrimonio gay”.
Satawake le respondió: “Esto se trata de la manifestación de odio y discriminación”.
Castillo Semán reiteró: “El esposo del embajador de Estados Unidos debe entender que el pueblo dominicano está unido junto a sus iglesias para impedir matrimonio entre hombres en República Dominicana. Como ciudadano, como legislador, como político lucharé junto al pueblo para impedir se nos imponga el matrimonio gay y el aborto”.
Y agregó: “La clase política puede huir y no definirse con claridad contra el matrimonio gay y el aborto. Nosotros nunca retrocedemos”.
La polémica entre el diputado y el esposo del embajador norteamericano se hizo viral en las redes.
Pero su esposo Bob J. Satawake no se ha quedado atrás. A propósito de la marcha de la Iglesia católica por la familia protagonizó una polémica con el diputado Vinicio Castillo Semán, quien defendió en Twitter esa actividad como expresión del predominio de valores como la vida, la familia y el matrimonio heterosexual en República Dominicana.
Castillo Semán tuitteó: “El pueblo cristiano se unió en una gigantesca marcha y envió un mensaje fuerte y claro a quienes quieren imponer el aborto y el matrimonio gay”.
Satawake le respondió: “Esto se trata de la manifestación de odio y discriminación”.
Castillo Semán reiteró: “El esposo del embajador de Estados Unidos debe entender que el pueblo dominicano está unido junto a sus iglesias para impedir matrimonio entre hombres en República Dominicana. Como ciudadano, como legislador, como político lucharé junto al pueblo para impedir se nos imponga el matrimonio gay y el aborto”.
Y agregó: “La clase política puede huir y no definirse con claridad contra el matrimonio gay y el aborto. Nosotros nunca retrocedemos”.
La polémica entre el diputado y el esposo del embajador norteamericano se hizo viral en las redes.
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