El resultado del primer viaje de Danilo y las reacciones en RD

SIN USAR CHIVO.- El presidente Danilo Medina pasó el examen de su primera salida del país. Y lo hizo sin estudiar mucho ni afanarse demasiado. Solo tuvo que ser él, sin afectación de ningún género. El actor, cuando es natural, no exagera su papel ni se sale del guión. El Medina que compareció ante la Asamblea General de Naciones Unidas no fue otro que quien hasta hace poco fue candidato y ahora jefe de Estado. Dos condiciones, pero un solo discurso. Hay quienes se resisten a creerlo, pero la duda no solo es cartesiana, también es santa. Tomás el apóstol no creyó de primer aviso que El Maestro había resucitado. Los oponentes del presidente no saben qué hacer con el asombro, si cargarlo o dejarlo caer. La verdad, sin embargo, fue anticipada. Dije que poco a poco iría “cogiendo el piso” y recordé que “el estilo es el hombre”. De manera que más que sorpresa hay simulación. Nunca fue Leonel Fernández y nunca podrá serlo. Como el poeta Machado hará camino al andar y todavía falta mucho, pero mucho trecho...

MÁS QUE LIBRO, MANUAL.- La continuidad será de Estado, como debe ser, y de partido, pues hay dos o tres pedregones difíciles de remover, pero no puede pensarse ni esperarse que aplique las mismas políticas. La rivalidad, cuando existió, no solo fue de forma, sino de fondo. El libro de Leonel Fernández tuvo más páginas, y hubo que leerlo en ocho años, y por cualquier descuido en doce, pero Danilo Medina viene con un manual, y no de Ikea. Esto es, que será menos teórico y más operativo. Se olvida que las propuestas de asistencia social de Medina no son de ahora, del 2012, sino que ya en las elecciones del 2000 hablaba de un banco de los pobres, similar a los que funcionaban en la India y cuyo gestor fue reconocido con un premio Nóbel. Incluso, pudo advertirse entonces, e igual ahora, más énfasis en los pobres que en la pobreza. En que no basta con el dar, también importa el recibir. Que al beneficiario no se le humille socialmente, ni manipule políticamente, sino que se respete su dignidad económica. Que primero que todo se tenga en cuenta su condición humana...

A MEDIO CAMINO.- El presidente Medina no solo pasó el examen de su primera salida al extranjero, sino que logró un sobresaliente con profesores de otros centros educativos. Como esos maestros que van de las escuelas públicas a los colegios privados a supervisar las Pruebas Nacionales. Si se hiciera ahora una encuesta, las simpatías a favor de Medina superarían las del 20 de mayo, puesto que a sus registros de entonces habría que sumar el agrado de sus nuevos conversos. Lo bueno del caso es que la magia no está en sus ejecutorias de principio de gobierno, sino en haber demostrado ante Naciones Unidas que no es un subordinado de Leonel Fernández, sino que además de voz y palabras propias, tiene una forma particular de ver y encarar las cosas. Que no es un paralítico ni necesita muletas ajenas, y ni siquiera bastón, para andar y alcanzar sus metas. El aplauso es perverso, e incluso insidioso, pero es aplauso, puesto que la honestidad merece ser reconocida en toda circunstancia. Medina habló de un país que lucha, que trabaja, pero que va por la mitad del camino, y si le pueden echar una mano, bienvenidas sean dos...

COMPLACIDOS TODOS.- La complacencia de diversos sectores nacionales, incluyendo políticos, por la comparecencia del presidente Medina ante la asamblea de Naciones Unidas, es un hecho raro en un país como República Dominicana donde la mezquindad es la medida de todas las cosas. Constituye casi un fenómeno, y tal vez no se halle en lo inmediato un precedente. Se manifestaron las fuerzas vivas, pero sobre todos los núcleos oponentes. Si el mandatario logra mantenerse en el filo de esa navaja, en el fiel de esa balanza, y ser igual adentro y distinto afuera, no sólo logrará gobernabilidad, sino posibilidad de que sus iniciativas encuentren terreno fértil. Una opinión pública atenta deberá discernir entre palabras y gestos, y dar más relevancia a estos que aquellas. Sin decirlo, y mucho menos hacer bulla, la actual administración se despega de la anterior con mucha sutileza, pero perceptible para la franja de los lúcidos. Aunque, eso sí, debe cuidarse del populismo fácil. Lo importante no es buscar los aplausos, sino ganárselos, y la actual experiencia demuestra que las manos más reticentes ñen ocasionesñ se vuelven generosas...