San Juan. Mediante una labor ardua de inteligencia la policía nacional y el departamento de investigaciones criminales de San Juan y un equipo especializado de búsqueda y capturas de prófugos de Santo Domingo, arrestaron en la provincia de Elías Piña a los presuntos responsables de cegarle la vida al profesor, Jesús Maria Sánchez Ramírez, (Johnny) de 42 años de edad residente en el distrito municipal de Arroyo Cano del municipio de Bohechio de esta provincia.
Los uniformados especializados bajo la orden del general de la dirección regional oeste de l policía en esta parte del Sur, el general Nelson peguero paredes, tienen en su poder al llamado Tulio Ernesto Mateo Ramírez, alias Mateo, que según la uniformada al momento de detenerlo se le ocupo un celular ZTE, además este dijo haber participado en la desaparición del profesor Johnny, siendo contratado según sus consideraciones por Amaurys Moreta Coma (a) Chulo o el Compadre.
Así mismo el nombrado Chulo o el Compadre dijo haber buscado para que les ayuden con la encomienda de asesinar al profesor de Arroyo Cano a los señores con los siguientes nombres y residentes el los Bajos de Haina, Juan Manuel Escoboso (El Locon), que se le ocuparon tres celulares y un sim card, además un carro honda civil 1989, color azul, en el mismo operativo de apresamientos a estos denominados criminales, la autoridad el orden tomo a Emilio Vázquez, (Emilito), al cual tras el interrogatorio con respecto al arma homicida Taurus Modelo Mileniun, se encuentra en poder de la fiscalía de San Cristóbal, ya que le fue ocupada a un Miembro de Dicha Red, criminal.
Otro de los apresados es Ángel Pérez (a) Panadero, residente en los frailes II de Santo Domingo Este, al momento de su detención llevaba consigo dos celulares e igual cantidad de Sim Cards.
El equipo investigativo de la policía nacional y su comandante peguero paredes presentara en las próximas horas a los detenidos y asociados al crimen mencionado ante el ministerio publico para que se les conozcan las medidas coercitivas pertinentes.
Por Héctor Solís.
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