JUANCHO,PEDERNALES. Debajo y en los alrededores de unos aparatos que cuando se mueven parecen hélices de abanicos en giratoria, las tierras están pariendo y de buena manera. Hay establecidas unas 3,000 tareas y en el pueblo y fuera de este mucha gente está consumiendo plátanos de gran tamaño.Las tierras pertenecen al Instituto Agrario Dominicano (IAD) y son la base principal de un proyecto que desarrolla aquí la Presidencia de la República. Las plantaciones conviven sin problemas con el primer proyecto de energía eólica de la empresa EgeHaina.
De los predios preparados el 60% está en plena producción y parte de esa producción la subía ayer en un camión José Terrero Cuevas, para trasladarla de Juancho a Santo Domingo. Cuevas es lo que en el lenguaje de campo se denomina un “contador de plátanos” y quizás por esa agilidad que tiene, entre una suma y otra, determinó que las 50 cargas de la musácea que colocaba en el vehículo equivalen a 10 mil unidades (de plátano)
La gente cambia actitud
Aquí la gente está más animada que meses atrás, cuando a la actividad agrícola se le “sacaba el cuerpo”, por un asunto de desinterés. El coordinador del Proyecto de Desarrollo del Valle de Juancho”, Alcibíades Ledesma, aprovecha el recorrido por una de las fincas plataneras para rememorar que los parceleros mostraban apatía y por eso el Gobierno sembró las tierras sin ellos, aunque al final tendrán participación en los beneficios.
“Esto es importante y nosotros hemos dinamizado la zona, porque tenemos entre obreros ocasionales, por ajuste y de otras formas unas 450 personas”, indica. Y agregra: “Encontramos que este proyecto estaba abandonado y tuvimos que rehabilitar el sistema de riego. Para eso vinieron varias compañías y dos de ellas nos cotizaron y nos están instalando seis mil tareas entre las dos (alante)”.
En el proyecto las plantas que se sembraron fueron in vitro, no en cepas. Las variedades son tres: macho tres cuartos, gran lujo y curalé enano. Todas fueron adquiridas en el Laboratorio Vitro Plantas del Caribe.
Más siembra
Justamente ayer se estaba en labores de siembra en el lugar con las citadas plantas. Se preparan mil tareas más. En el proyecto todo está calculado. Se siembran 163 plantas por tarea, eso es a razón de 1.93 x 1.93 metros, según explica Ledesca, ingeniero agrónomo de profesión y con sobrada experiencia en el tema de los plátanos.
Contactado vía telefónica desde Pedernales, el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD) Emilio Toribio Olivo, aseguró a elCaribe que con el proyecto se procura continuar afianzando el crecimiento del sector agropecuario dominicano, con la realización de inversiones en los lugares donde los recursos y poder adquisitivo de las personas son escasos, pero poseen las condiciones para generar frutos con vocación de venta local y exportable. “Cuando las tierras se trabajan, las posibilidades de mejorar la vida son mayores porque se generan puestos de trabajo y se crea movimiento donde están y en los lugares que les rodean”, apuntó el funcionario.
El proyecto de plátanos es autogestionario a nivel del Gobierno. Funciona con un modelo similar al implementado en el proyecto La Cruz de Manzanillo (Línea Noroeste del país), los fondos provienen de la Presidencia con un financiamiento vía el Banco Agrícola. La nómina la paga la Presidencia, aunque entre una parte de los trabajadores hay ciertas quejas porque en los últimos tres meses (más lo que va de marzo) los pagos se han retrasado. Eso le dijeron algunos de ellos ayer a este diario, bajo reserva de sus nombres “para evitar consecuencias o posibles amenazas de despidos”. “Uno no quiere decirlo, pero cuando el colmado no te fía, quedarse callado resulta difícil. No negamos que este proyecto ha cambiado la vida a muchos que no teníamos trabajo, pero ahora que lo tenemos, es importante que el pago llegue”, apuntó otro de los afectados con la demora salarial.
El financiamiento que concede el Banco Agrícola es de 3,500 pesos por tarea, dijo Ledesma.
Residentes contentos con el uso de la tierra
Entre la gente del pueblo se escuchan comentarios que no son exclusivos de aquí, sino de amplias zonas en la República Dominicana. “La sequía ha hecho estragos, la producción se vio mermada y cualquier iniciativa que se empuje, nos llega como una bendición”, explica un vendedor de agua, que se detuvo a conversar con una persona a orillas de la carretera principal. “El hecho de que esas tierras se siembren y dejen de estar ociosas, como ocurría antes, es una excelente noticia”, dijo el lugareño Ramón Encarnación,
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