¿Cómo lo ve la prensa deportiva RD?

Sus inicios llamaron poco la atención, pero su final ha provocado tanto ruido que tiene a muchos pidiéndole a gritos que por favor se quede al menos un año más.

David Ortiz, aquel “muchachón ” firmado en 1992 a regañadientes por los Marineros de Seattle, cuyos seis jonrones en 351 turnos en sus primeras dos campañas no les presagiaban un futuro promisorio en la organización,  está  a su última semana como jugador en serie regular con las marcas en sus bolsillos como el hombre con más jonrones y remolcadas en su jornada final de activo en su carrera en la gran carpa.

Dueño de unos registros envidiables, desde ya considerados como los más sobresalientes para un pelotero en su despedida, incluso superando a Ted Williams, el más grande ícono de Boston, quien a los 41 años dijo adiós al béisbol en 1960 conectando 29 jonrones, empujando 72 vueltas y exhibiendo average de .316. El caso de Sandy Koufax tiene grado de especial, pues una enfermedad lo forzó en 1966 a marcharse del béisbol con apenas 30 años, tras presentar estadísticas de 27-9 y efectividad de 1.73, actuando en 323 entradas.

Perseverancia ayudó David a triunfar GL
La perseverancia, la grandeza e inteligencia, representan tres palabras que a juicio del periodista Renaldo Bodden, columnista del matutino El Día, encajan de manera perfecta en la historia de David Ortiz como pelotero.

 El veterano cronista, uno de los que más conoce la historia del futuro inmortal desde sus días en que siendo un jovenzuelo caminaba de la mano del extinto lanzador Ramón- Pintacora- De los Santos, afirma que hubo que trabajar mucho con Ortiz, quien al principio no era un bateador de jonrones, hecho que denotaba de la estatura y corpulencia que exhibía.

“Fue muy perseverante y desde sus primeros años aprendió a batallar contra las adversidades, Pintacora tuvo que imponerlo a la plana mayor de los Marineros”, señaló Bodden hace algunos días en su columna Deportivamente en el Día. “ Luego de trabajar fuerte con Pinta, quien como pitcher zurdo les lanzaba de manera muy incómodo comenzaron a llegar los vuelacercas, tras disparar 18 y remolcar 93 en su tercera estación con Seattle, pero esto no fue óbice para que sus días con la organización culminaran y fuera firmado por los Mellizos, equipo que tampoco confió en la superación que mostraba, pues en 1997 había conectado 31 bambinazos en tres circuitos, además de batear 38 en poco más de 700 turnos en las dos estaciones que permaneció allí, pues nunca fue del agrado del veterano estratega Tom Kelly.

“Fue un jugador dominante y carismático, de lo mejor de su era y del béisbol en sentido general, sus amplia gama de estadísticas, sus tres anillos con los Medias Rojas de Boston y sus 10 participaciones en Juegos de Estrellas seguro que lo consagran como un futuro inmortal”, señaló de su lado, Enrique Rojas de ESPN y el Programa Grandes en los Deportes cuando se le cuestionó sin el Big Papi es una línea para ser exaltado a Cooperstown.

Fuera del terreno, Rojas externó que su status de líder con Boston, su desempeño y discurso luego de los atentados en el Maratón de Boston en el 2013, sus expresiones para alentar siempre a sus compañeros para que muestren su espíritu ganador estuvieron siempre a la orden del día.

Carlos José Lugo, del Programa Grandes en los Deportes agregó a los planteamientos de Rojas que Ortiz renació su carrera con los Medias Rojas escalando a la postemporada y se despedirá con una participación en la misma. Ninguno de los considerados dos grandes íconos de Boston, Ted Willams ni Carl Yasztrezemki llevaron a los Medias Rojas a la obtención de gallardetes, Ortiz lo hizo en tres ocasiones y sus números en postemporada son sencillamente admirables. .283, seis jonrones y 16 producidas en series divisionales; :255-8-30 en Series de Campeonatos y .455 tres vuelacercas y 14 empujadas en Series Mundiales.

Alberto rodríguez, Editor Deportivo de Teleantillas destaca que Ortiz dejará un tremendo legado al béisbol. Su labor tanto dentro como fuera del terreno así lo consignan. “Debes ser un miembro de Cooperstown con