El presidente del Senado de la República, Reynaldo Pared Pérez, posesionó este lunes a los jueces nuevos y ratificados de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que será presidida por Luis Henry Molina.
El acto se realizó en el Salón de Deliberaciones ubicado en el séptimo piso del edificio que aloja la alta corte.
Los nuevos magistrados son, además de Luis Henry Molina, Vanessa E. Acosta Peralta, Samuel Arias Arzeno, Anselmo Alejandro Bello, Napoleón R. Estévez Lavandier, María G. Garabito, Luis Henry Molina Peña, Justiniano Montero Montero, Nancy Salcedo Fernández y Rafael Vásquez Goico.
Mientras que los ratificados fueron Fank Euclides Soto Sánchez, juez de la Segunda Sala o Sala Penal; Francisco Antonio Jerez Mena, juez de la Primera Sala o Sala Civil y Comercial, y Manuel Ramón Herrera Carbuccia, juez presidente de la Tercera Sala o Sala de Tierras, Laboral, Contencioso Administrativo y Contencioso Tributario.
Manuel Ramón Herrera Carbuccia será el primer sustituto del presidente de la SCJ y Pilar Jiménez la segunda sustituta.
El pasado jueves 4 de abril el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) escogió a los integrantes de la SCJ, luego de ser evaluados los magistrados que se le vencieron su período , como también los candidatos aspirantes.
Diez jueces de la SCJ se habían sometido a evaluación, pero solo tres fueron ratificados.
En su discurso, Molina indicó que los principales desafíos están la mora judicial, de la cual dijo atenta contra el derecho a la justicia y que la estará enfrentando con decisión.
También las garantías de acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia, de los niños y los adolescentes, de las personas con discapacidad y de los empobrecidos.
Molina afirmó que la justicia necesita del Gobierno, del parlamento, de la academia, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y de toda la ciudadanía.
Añadió que buscará el consenso político, el acuerdo social y el sustento técnico que demanda la causa de la justicia.
“Buscaré el consenso político, el acuerdo social y el sustento técnico que demanda una tarea tan desafiante y a la vez tan hermosa como lo es la causa de la justicia”, concluyó.
Por: Rosmerys De León
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